Mi dulce veranito

Parece que siempre pasa... tanto tiempo deseándolo, anhelandolo, soñando con él... ¿cual seria su sabor, su textura? ¿terminaría siendo decepcionantemente pegajoso, como siempre pasa? ¿su color intenso correspondría con un sabor sorprendente?

Me espero a tocarlo, me espero a olerlo, me espero a pasar la lengua encima de él...

Por fin, parece que llega el momento soñado.

Y lo miro. Está allí, pegado a mi pared. Permanente en mi cuarto, permanente en mi vida. Y ahora que lo miro bien, tiene un aspecto bastante decepcionante. A lo mejor lo deseé en otros tiempos, cuando el calor no convertía su dulzura en este liquido pegajoso que se mete por todas partes. O quizá lo deseé cuando tocar ese dulce prohibido parecía mas excitante. Sea como sea, estos preliminares me han dejado sin energía para pasar a comérmelo, a la fase del sexo desbordante, insultante y complaciente.

Pero aún no lo he desenvuelto, a lo mejor vale la pena pasar esta hoja de calendario.

Sea como sea, espero a comerme esta piruleta en septiembre. Hasta entonces, bienvenidos a la Siberia de mi corazón.

  • leona (no verificado)
    Jue, 24/07/2008 - 19:29

    tinc bombons a la porta del costat! i fresquets a la nevera...
    muaxmuax