Por fin llega tan esperado acontecimiento. Parece ser que el sistema capitalista esta a punto de hacer "crack". Y no se que ponerme; un vestido de cocktel, una falda de tubo hasta los pies, o mejor una mini falda y voy de rollo "guarra".

Me muero de la risa, me encanta ver las inmobiliarias con las persianas bajadas, las obras paradas hasta nueva orden, y los banqueros con las bragas meadas. Yo me imagino la crisis con techno aleman y un escenario post-industrial, fuego por las esquinas, matrimonios que se derrumban echando el polvo que nunca fué, vandalismo callejero. Eso es, caos en las calles, en las camas y suicidios de los multimillonarios.

La verdad es que me gusta la idea de que llegue una crisis. Ya era hora que los ricos, los occidentales y los blancos, nos cagemos un poco. Y es que claro, tanto derroche tenia un precio. Ya se sabía, esto del capitalismo era "Pan para hoy y hambre para mañana", y ya está, hoy llega ese mañana del escaseo. Los precios suben, las familias no pueden pagar sus hipotecas, y la working class se queda sin curro. Así la histeria colectiva se levanta ante lo inesperado, lo imprevisible, lo que nunca podría pasar. ¡Oh my god!