Desde la era del "destape" hasta nuestros días los sermones sobre el sexo han cambiado tanto como yo de bragas. Cada época ha venido acompañada de sus correspondientes formas de entender, ordenar, y construir el sexo, las relaciones y las practicas sexuales. Pero como ahora todo va tan rápido, y Zapatero es tan moderno, los discursos se amontonan. Resulta que de un tiempo a esta parte, es fundamental para una vida saludable, pasar por una vida sexualmente activa. Pero, - ¿porque no pasiva? - Yo apuesto por una vida sexualmente pasiva.

Propongo una vida sexualmente pasiva. Romper su asociación con la inactividad, debilidad, o imposibilidad. Tomar el poder en la cama de forma conscientemente desde nuestros agujeros corporales, desde nuestra falsa fragilidad. Una vida sexualmente pasiva es una labor humanitaria, pero no caritativa sino liberadora. Una respuesta a la lógica heterosexual. Y una práctica muy saludable.¡A darnos por el culo!