Estas ultimas semanas he estado desconectado de descontroladas.net, y es que me han estado follando por las cunetas, en la playa, en la cama, en el coche y en el sofá ¿me dejo algo?. En realidad a veces nos follábamos y otras hacíamos el amor. Y esto es lo que más miedo me da. Mi conciencia radical me repetía -los queers, no deberíamos enamorarnos-.

No es por seguir con el polémico debate de hartza . Yo siempre había sido chico de una sola noche, en la segunda cita ya me agobiaba. Pero resulta, que a veces te mueres de ganas por estar con una persona. De pasar 24 horas a su lado, acariciándole, comiéndole el sexo, esperando en la cama que te traiga el desayuno, riéndote por cada tontería. Y no pasa nada, derrochar amor también esta muy bien. Y sienta genial al cuerpo. Sin embargo las dudas siempre vienen a la cabeza.

Sé que el amor en manada suena muy radical. Yo amo con locura a mucha de la gente que tengo alrededor, les follaría en más de una ocasión porque la palabra se me queda corta. Sin embargo, pues siento otro tipo de amor, que es el de pareja. Ya me jode!. Sé que no es políticamente correcto. Pero es lo que siento. Si llevo lo personal a lo político, pues estoy de acuerdo con Javier Saez en que esta forma de amor es producto de nuestro "poso" heterosexual. Podemos construir discursos intentando justificar que no es así, y lo llevamos todo a lo abstracto para situarlo fuera del plano de análisis. Pero eso no me convence. Pienso que el amor en pareja, es una forma de gestión de las relaciones sociales para la pervivencia del sistema hetero-social. Pero, ¿Que hacemos? Negarnos a amar en esta forma, para combatir de forma radical la heteronormalidad. Yo la verdad es que hoy no tengo respuestas, y paso de seguir teorizando sobre como querer a Manu. Prefiero verle esta noche y comerle la besos. Pero por favor, que nadie me quite el carnet de queer.