Mearse en la ducha es una delicia. A mi me encanta, casi siempre que me ducho, me meo encima. Un calor agradable corre por tus piernas hasta llegar al plato de la ducha. El agua se vuelve amarillenta por un momento, y en cuestión de segundos todo vuelve a la normalidad.
Durante algún tiempo, como no tenia agua corriente en mi casa, porque la propiedad me la había cortado (los propietarios siempre intentan joder). Entonces, iba a ducharme al gimnasio. Allí tome la costumbre de hacerlo siempre. Después de la sauna,... la meada. Pero el viernes fue fatal. Un señor por despiste, o al menos me hizo creer, entro a mi ducha, su primera mirada fue hacia mi polla. Y, ... ¡Guarro! Comenzó a gritarme, y a comentarlo con el resto de los hombres del vestuario. Yo trate de negarlo, educadamente, le dije que se equivocaba. Que de que iba. Pero yo estaba sonrojado, y mi cara me delataba. Finalmente, hice creer que todo había sido un malentendido. Pero, yo no aprendo, ni quiero. Hoy lo he vuelto ha hacer. ¡que gustirrinin!.

mmmm... comm estaisss??? yo buscanmdo internet como loca... pero es dificile... asi que os mando un besotee caribenyo a todasssss mis descontrladas... muaxxxxx azucarrrrrr!