No podía pasarlo por alto, y es que la sentencia homófoba del jurado popular hace que mi pluma se afile para convertirse en cuchillo.
El caso es escandaloso."En Vigo, Jacobo Piñeiro, quien en el 2006 asesinara a dos jóvenes gays de 57 puñaladas, fue exonerado de ese cargo por un jurado de mayoría femenina, que sólo lo encontró culpable de intentar borrar las huellas del crimen incendiando la casa.

