Desde de Take that y Luke Perry no he vuelto a tener idolos frente a los que me quitaría las bragas encima de un escenario. La verdad es que hoy alucino de que me gustasen esta cuadrilla de pijos, que seguro llevan calzoncillos Calvin Klein (que asco). Pero como ahora soy queer radical, okupa y anarquista, pues me puedo permitir el lujo de enamorarme de un punk marika.
Un nuevo idolo ha llenado mis fantasias sexuales más guarras. Chris de Pansy Division ha pasado a ser el fondo de mi escritorio en mi laptop, tan sexy, atrevido y "malote" que me vuelve loco.



