Un polvo divino

Dios en la cama es como nadie. No me extraña que todas las monjas se quieran casar con él. Ufff!!! Yo me apunto.

Bajó del cielo solo para echarme un polvo. Me sentí tan especial. Estoy seguro de que para él, como para todos, yo solo fui una más. Pero no me importó estoy acostumbrada a ser chico fácil, siempre el otro, a irme con cualquiera. Mi culo no era el primero que petaba, y mi polla tampoco la primera que comía. Se le veía un tipo experimentado, sin duda todo poderoso.

Dios es un ser extraño, raro. Hoy me atrevería a decir que casi-queer. Como todas tiene sus defectos. Pero la verdad, con esto de que son tres en uno, es una delicia. Como si estuvieras en una orgía, con una sola persona pero con tres a la vez. Un verdadero milagro.

Va de rollo bisexual, pero en realidad es maricón perdido. Me pedía como loco que me corriera en su boca, con él fuí un autentico jinete galopando sobre su cuerpo humanizado. Yo le ataba con cadenas, pero se convertía en espíritu y el juego se jodía. Me encantaba la idea de azotarle. Pero no lo conseguí, lo reconozco.

Con Ladytron a saco en mi habitación, follamos un par de horas. Sexo del bueno. Me quedé exhausto, pero con ganas de repetir. Aunque esta vez toca en su casa. Y la verdad, me da un poco de "yuyu".