Ya en Queeruption 8 hubo un taller de auto-construcción de dildos preparado por la gente del taller de bricolaje sexual . Sin embargo, en el festival de queers fui demasiado ambicioso, construí un dildo enorme que nunca me pude meter, y finalmente lo perdí en un desalojo.

En el ultimo espacio torcido, hemos vuelto a construir juguetes sexuales, mucho más elaborados y con mejores técnicas. Hemos experimentado con materiales reciclados, hemos compartido nuestras experiencias y también hemos ensayado a modo de laboratorio con el látex. Y además, esta vez si que cabe!.

Es el momento de dejar de buscar mi lugar en el mundo. Ya lo he encontrado. Como casi todos los que nacemos, yo nací en el momento, lugar y con el cuerpo equivocado.

Debería haber sido secretaria del "un dos tres,... responda otra vez". Ellas se atrevían a lucir la carne cuando había que tapar. A escandalizar a los públicos mas conservadores. Siempre con vestidos ceñidos, minifaldas con volantes, y bañadores dorados que dejaban entre ver hasta las partes mas íntimas.

¿Te proteges?, Yo me protego,lo aseguro: Llaves de encriptación, volumenes cifrados y claves alfanuméricas configuran mi sistema operativo,... Pero a pesar de todo, un día se llenó de troyanos. Ni tan siquiera una barricada de latex pudo impedir su atrevida intromisión.

Este jueves uno de mis discos duros dejó de durar. Era algo que podía esperar pero nunca lo pude anotar en mi agenda. Su nivel de trasferencia de 480 Mbits/s pendía de un hilo, caminaba despacio, su buffer ya no llegaba a 8 Mb, se quedaba sin oxígeno, pero aún seguía contándome historias mientras comíamos dulces.

Mi disco hizo crash cuando lo separaron de su computadora de siempre. Ya era viejo, arrugado y cascarrabias, pero sé que se había corrido sus fiestas y desfases.